viernes, 25 de septiembre de 2009

Cuando uno abraza la esencia de algo es difícil desprenderse de ella.


Cuendo uno crece, al menos un poco, , siente la necesidad de valerse por si mismo, aún cuando no lo consiga; y no intuya que el crecer también implica decir porqué


Cuando uno crece puede sentir que no vale de nada una afirmación poco justificada, que las verdades se valen de razones con nombre y apellido.


Y uno a veces siente el placer de lo que no tiene sentido, antes de crecer, uno juega a las preguntas sin respuesta y a las respuestas sin preguntas, porque es divertido pensar que quizás, en el fondo, encuentre algún sentido; que el porqué está dentro de uno mismo, insondable (todavía), entonces uno juega con las formas y los colores, las músicas y las palabras, como si estas lanzadas al azar fueran en realidad indicios del interior desconocido de uno mismo (si, conocerse una aventura que muchos ensayan por distintos caminos antes de cansarse y desistir), y no está tan mal, despues de todo, lo que pasa es que de tanto irnos hacia afuera inventando azares nos olvidamos de los porqué ocultos en cada caso y dejamos de buscarlos; nos avocamos asi a la tarea del arte sin sentido, éste ya no importa. Y no hacemos, no buscamos en el arte una manera de decir algo, sino que buscamos en las apariencias que inventamos aquello que creemos podría significar, y a veces lo encontramos, si, pero a veces no lo buscamos y hacemos de cuenta que en realidad no tenemos objetivos (cuando uno no cumple con su objetivo termina diciendo que en realidad no era tal), y nos sale bastante bien, excelente diría yo, entonces cuando alguien nos pregunta "¡Qué linda obra!, ¿qué significa?" "Ah.. no sé, ¿a usted qué le parece?" decimos, y ahi se pone a pensar, y algo sacará, si, algo sacará, y llegará a decir, quizás, que la obra es muy buena, pero porque dice algo de su persona en realidad, un busca y encuentra y le atraen las cosas que se le parecen a uno, en las que se ve reflejado, entonces es obvio, el sentido sale de uno porque de dónde más va a salir?; pero entonces no dice nada del "artista" (¿Acaso no somos todos los seres iguales en el fondo?) No, la diferencia está en el corazón. Entonces la obra no es del artista, es también un poco (la mitad o más diría yo) del que la mira y le encuentra sentido a la cosa.

Y quien escribe no quiere darle a esto ningún sentido más que el que está explícito, porque después de todo, no es más que el discurso de un adolescente, sin el sentido ni el porqué del que es capaz la madurez, sí, es una afirmación sin fundamento válido, es otra verdad (o mentira) sin nombre ni apellido.

Bienvenido a las puertas del mundo de los que trazan un camino posible pero no lo siguen, de los incoherentes que tienen las ideas claras pero las mezclan con sus actos oscuros para que no se entienda nada.





"el poeta jamás afirma nada, por eso no miente" (Bris, creo)

1 comentario:

Natt.- dijo...

como me gusta esto que escribiste sofiota.
te quiero
i decile a mi buzo que tb lo quiero=D